Pablo Dabezies Antía, Paul, sacerdote de la archidiócesis de Montevideo -Uruguay, ha fallecido tras una corta enfermedad, una leucemia que no pudo ser superada a pesar de tantos especialistas empeñados en esa tarea.

Creemos que podemos decir con verdad que los movimientos JECI – MIEC – MIIC han sido más que una parte de su vida. El nos ha dado mucha vida y, nos lo ha dicho en distintos momentos, también ha recibido mucha vida de tantas personas y generaciones que él ha acompañado en tiempos, eclesiales y políticos, felices a veces, muy complicados en otras etapas, que nuestros movimientos han vivido.

Asesor en casa, en Montevideo; asesor en Lima , en el Secretariado Latinoamericano MIEC – JECI; asesor en París de los equipos Internacionales, para el ancho mundo, después del Consejo Mundial de la JECI y de la Asamblea Mundial del MIEC, en Valladolid – España, en 1978. Actualmente, con las restricciones de la pandemia, seguía fiel a Parroquia Universitaria y era el asesor del Equipo Latinoamericano del MIIC.

Paul iba creciendo en su vocación, en su servicio pastoral. Sabía ofrecer todas sus cualidades, su humildad, su saber, su espiritualidad a las personas y realidades concretas y tangibles que en ese momento y en ese lugar estaba acompañando. Además, se permitía una fina ironía en cualquier circunstancia, también respecto a sí mismo.

Paul sabía moverse en áreas y ámbitos, sociales y eclesiales, con personas de sensibilidades y sintonías diferentes. Cuando le tocó ser vicario en Montevideo, lo fue. Cuando había que escuchar personas muy dolidas con la Iglesia, ahí estaba Paul.

 

 

 

Otros amigos harán memoria de su vida parroquial, de su fidelidad en OBSUR, de tanto y tanto que ha escrito.

“No se amolden al tiempo presente”. Las relaciones Iglesia – sociedad en los documentos de la Conferencia Episcopal del Uruguay (1965 – 1985). Así se titula su tesis doctoral en el Instituto Católico de París. Una obra de madurez. La cita es Romanos 12, 2. La Palabra de Dios, la Iglesia, la sociedad – el  país – Uruguay, el Concilio Vaticano II, Medellín, Puebla: todo ello fue no tanto el tema de la tesis, sino el corazón de la vida de Paul, de su vida de creyente, de cura, de teólogo, de asesor. En las conclusiones  de la tesis Paul se pregunta si no faltó una mayor centralidad de la Cruz, de la Palabra de Dios, en documentos y en la vida de muchas personas cristianas.

Somos testigos de que en su vida sí han estado muy presentes.

Damos gracias a Dios por el paso de Paul por nuestras vidas.

Contamos con su discreta y fiel compañía: creemos en la Comunión de los santos y santas.

Un saludo fraterno a todos los hermanos del Movimiento de America Latina y Caribe, en especial de Uruguay, a todos los amigos y amigas de Paul y a sus familiares en ese momento de despedida.

Mensaje del Consejo Mundial MIIC Pax Romana